Gran defensora de la donación de sangre
Luisa se despidió cumpliendo con lo que a ella le parece que es su deber, colaborando dando un poco de su sangre
Empezó cuando tenía 33 años aquí en la isla dónde conoció a su marido en una vacaciones y decidió dejar su tierra natal Salamanca por amor.
Luisa viene de una familia de generaciones de donantes. La primera vez que donó lo hizo como algo natural ya que su padre era donante de sangre y siempre le había visto hacerlo a el y decidió seguir sus pasos.
Luisa siempre ha sido gran defensora de la donación de sangre y ha convencido a toda su familia para que donen regularmente. Sus hijos desde que tienen 18 años también siguen los pasos de su solidaria madre.
Ahora que comienza una nueva etapa más relajada en su vida se ha ofrecido a seguir colaborando con la donación de sangre sin poner el brazo, contando su experiencia y difundiéndolo las campañas de donación en su entorno.